sábado, 18 de agosto de 2012

CRÍTICA PERSONAL

Este libro me ha gustado bastante y he aprendido muchas cosas como por ejemplo que si no te conoces a ti mismo los demás no pueden conocerte, que es muy difícil saber uno mismo cómo es en realidad y que solo se consigue por medio de la meditación.
El libro parece la alegoría de nuestra vida. Nos ponemos encima algo en parte ajeno a nosotros para ganarnos a los demás: estudios, apariencias, vestidos... y los hacemos tan connatural a nosotros que se convierten en una segunda piel. Y a nadie le extraña porque cada cual cuenta con su armadura, labrada durante años.
Creo que el libro esta muy bien estructurado porque nos indica como va evolucionando el caballero:
-La senda de la verdad le lleva a ponerse delante de su vida sin tapujos, para llegar a plantearse preguntas tipo ¿quién soy?, ¿qué quiero? o ¿qué busco? hay que pasar por el castillo del silencio: sin ruidos, sin voces, sin amigos. Uno delante de sí mismo. Esta prueba para el caballero es más dura que muchos combates. ¡Atreverse a estar sólo y dejar que todas sus insatisfacciones hablen por sí solas!
-En el castillo del conocimiento, el caballero debe dar un paso de comprensión: con el corazón ya ha empezado a sentir, a entender que en su vida falla algo, pero ahora ha de entenderlo con la cabeza.
-En el castillo de la Voluntad y la osadía es donde ha de enfrentarse a los miedos que se oponen al cambio radical que se le propone... para llegar a la cima de la verdad.
El libro es bastante fácil de leer, puesto que el vocabulario es muy actual, el libro es corto y la historia no es muy pesada de leer.

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